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Foto del escritorMariano Pisani

Éclair, un postre francés en Buenos Aires

Por primera vez en mi vida probé un postre típico francés, el Éclair (es un bollo fino hecho con pasta choux, a la que se da forma alargada y se hornea hasta que queda crujiente y hueco, y que habitualmente se rellena). La diversidad gastronómica que hay en la capital argentina siempre me ha derivado a degustar diferentes comidas, muchas de ellas de países inimaginables. En esta ocasión haré la crítica gastronómica de este postre del país europeo con mi primera idea.


Foto: Le Moulin de la Fleur


Si alguna vez han pasado por mi misma situación, sabrán que probar algo nuevo y de una gastronomía que no estás habituado a comer, puede ser algo extraño, pero que puede gustar. Esto sucede con un dulce de la índole del Éclair. Un postre que da para hablar, como lo es en esta reseña. El producto, hecho en La Moulin de la Fleur, tendrá mi informe específico.


Primeras impresiones


A primera vista, como toda la gastronomía francesa, es una comida refinada, delicada y parece hecha con gusto, con un toque especial. La cobertura de chocolate está a un buen punto para que se vea la masa. También, desde el lado del comensal, al ver este producto te dan ganas de comprarlo sin importar lo que salga.


Examinación


Un día, en el break de mi trabajo actual, decidí ir a ver qué locales había por la zona para poder almorzar algo rápido y poder volver a terminar mi horario laboral. Luego de haber comprado mi almuerzo, pasé por la tienda de Le Moulin de la Fleur ubicado en el centro porteño y me llamó la atención el local pequeño, al igual que las cosas que vendían.


Por eso, decidí entrar al local y ver qué otras cosas tenían adentro. En ellas, había panes, croissant, y otros artículos gastronómicos. Pero al ver el Éclair, decidí llevarlo como mi postre del día para terminar bien mi comida.


Pros y contras


Pros: es ríquisimo, su cobertura y relleno de chocolate hacen que sea un manjar y uno quiera llevarse diez de ellos. También vale la pena por el topping de nueces que lleva arriba del Éclair. Además es suave, no es pesado y no llena.


Contras: para un producto que se come en tres bocados es demasiado caro. Pagar un poco más de 800 pesos argentinos por un producto vale la pena para una sola vez. Tampoco hay muchas variedades ni rellenos para poder variar alguna vez.


Puntuación final


A pesar de las contras que puede tener, Le Moulin de la Fleur hace un trabajo excelente para poner un Éclair pero que marque la diferencia con respecto a los locales gastronómicos que están en la zona. El postre deja un claro ejemplo de lo que se debe hacer a la hora armar un producto de calidad y que le pueda gustar a la gente.


La puntuación final es 9.5

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